Crisis economica de Padres de familia en Arequipa ¿Es verdad que cuando el dinero sale por la puerta, el amor sale por la ventana?

¿Es verdad que cuando el dinero sale por la puerta, el amor sale por la ventana?

Super. Sí, sí, totalmente. Absolutamente. No hay quien me lo niegue.

Y el que traiga, pongámelo aquí. Es mentira. Si toda la vida. A ver, pero si estamos hablando, o sea, sí, sí lo entiendo, pero si estamos hablando de que se genera más química cuando no estamos construyendo y trabajando los dos para las cosas diferentes.

¿Son dos temas diferentes?

Eso, el que se crea una química cuando estamos en pareja construyendo, eso sí se crea el que se te quedaste sin chamba, ganabas $3, ahora ya no ganas nada de un día a otro y te quedan $7 ahí para sobrevivir dos meses.

Adios Dios… Bye.

Empiezan las broncas serias.

Yo hablando como mujer y a título personal, creo que lo que para mí sería un punto de quiebre es, o sea, como cuando dicen, no es lo que te pasa, sino lo que haces con lo que te pasa.

O sea, si te quedaste sin trabajo y resulta que te viene una depresión y ya no quieres salir de ahí y estás tirado en la cama y por más que yo intento, vamos a hacer esto y vamos a hacer el otro y yo no veo que haya esa esas ganas por busca  equipo en la pareja, vamos a hacer esto, vamos a poner un negocio, vamos a vender jugos en la calle.

Si lo ves. ¿Que ya no hay manera?.

Ahí es donde yo creo que a lo mejor ya sea el hombre o la mujer, es donde empieza ha caer la admiración, luego ya se viene la deuda y toda la razón.

Si no, muy claro.

O sea, obviamente esa frase creo que suena fuerte, pero al final tiene razón, porque si deja de haber ingresos, por más amor que tengas, no vas a vivir.

Entonces se oye fuerte.

Obviamente existe el apoyo, tiene que existir el apoyo por parte de la pareja, pero también si no hay, si no se ve un cambio, no se ve como esas ganas de salir adelante.

Exactamente.

Es lo que te puede llevar a tener ese problema de decir oye, traemos este problema, no te veo a ti, con ganas de querer salir adelante y encima yo estoy pagando todo.

Pues como eso es la suerte que la contraparte trabaje, porque hay cuando nomás es uno el que trabaja.

Bueno, pero ahí tampoco se vale decir si yo no genero y la otra persona se quedó sin trabajo, o sea, con qué huevos yo voy a decir ah, no, pues digo, el amor se va.

¿Dónde estoy generando, yo para salir también adelante con el hombre? No sé.

En una pareja, en un matrimonio, creo yo, yo así lo veo, todos tienen una parte importante en la dinámica del hogar.

Entonces de repente pasa que no, no se está generando dinero o una, una de los dos no está generando dinero, ingresos, pero esa persona, la que no está generando en algo tiene que apoyar en la dinámica de la casa. Tienes un punto.

Me acuerdo de una amiga que ella ganaba más, ella ganaba más en el trabajo, pero ella ganaba más y empezó a subir, subir, subir, subir.

Y realmente ahí se terminó la relación y ella decía no era porque él ganara menos, sino porque él no hacía, no apoyaba mi esposo en casa. O sea, tenían hijos, en vez de que me ayudara, si él, ya salió temprano, si él no viajaba, si él tenía más flexibilidad de horario.

Ah, no decías de cuenta que tenía otro hijo más.

Si sabes que yo estoy, me la estoy partiendo trabajando, tengo que viajar todas las semanas. O sea, en vez de ayudarme para equilibrar, no me estás ayudando.

No te estoy pidiendo que ganes más.

Es lo que hiciste tú. Si estoy de acuerdo. O sea, finalmente en el ejemplo que pones, Paola, que como aporto yo sí, ahorita económicamente no estoy aportando, como aporto.

Bueno, pues yo hablando desde el punto de vista del hombre, pues te ayudo con los hijos o ayudo en algo de la casa o algo hago para que mi situación mejore.

No quiere decir que me voy a quedar de por vida siendo niñero, pero al final de cuentas, pues son sus hijos, pero al final va a llegar un punto en el que él también tiene que generar de otra manera para poder aportar a la casa.

Así te tocó que ni modo.

Pero ahorita yo creo que al menos en Perú, creo que esa parte todavía nose tiene tan aceptable.

Pues yo estoy bien.

Yo soy de la vieja escuela.

Yo sí conozco gente que son amos de casa y no pierden 1cm de hombría.

Siguen siendo mismos hombres que cualquiera, orgullosos papás, van y llevan a los hijos a la escuela

Sí, claro, sí, con acuerdos mutuos de pareja, entendidos. Sí, claro.

O sea, mientras esté platicado con su esposa, no hay ningún problema.

Pero el problema viene cuando una de las dos partes está acostumbrada a que su contraparte sea el que aporte, porque ahí rompes esa costumbre o esa dinámica y es donde empiezan los problemas.

Mira, esa cuando el dinero sale por la puerta, el amor se va por la ventana.

La importancia de que la pareja te apoye sobre la espalda y que te diga si puedes, no te rajes y tú puedes y tú lo vas a lograr es híjole, es súper importante.

Es como las reafirmaciones positivas. O sea, si tú no lo alientas como al niño, si al niño le estás diciendo eres un menso, eres un bruto, eres un tarado.

Se la van a creer, se la va a creer y no van a poder salir de ahí.

Al niño le dices, tú puedes, eres un fregón y me encanta.

También buscas, como obviamente también estás dando la gasolina para que todos los días se levante a tratar de ir a trabajar para mejorar la situación.

Sí, sí, es que todo parte de eso, de cómo te dicen a ti las cosas, porque si te empiezan a hacer menos, obviamente te empiezas a creer o las mismas cosas te empiezan a suceder.

Así como decretos. Exactamente.

Porque al final de cuentas la mente se cree lo que le dices. Entonces si la otra. La mente se cree lo que le dices.

Sí, exactamente.

O sea, si tú, por ejemplo, te despiertas todos los días, hay que flojera, otra vez, me tengo que despertar, me va a tocar tráfico y el desayuno.

O sea, la vida es como te la cuentas. Sí. Entonces este ejemplo que está diciendo Eric, fíjate eso que está diciendo.

Yo te lo he platicado muchas veces. Yo le digo a la gente a ver, imagínate dos películas exactamente idénticas.

Entonces te levantas en una y dices que flojera, no tengo ganas de ir a la oficina, que flojera y tengo que desayunar y lavar los platos.

Y ahí vas a la oficina y tuviste un día espantoso. La misma película. Exactamente igual.

Te levantes, hoy voy a estar contento, voy a estar feliz.

Gracias por la vida, gracias por el trabajo, gracias por la salud. Me voy a desayunar bien rico.

Vas a la oficina y ves las dos películas. Son exactamente la misma.

Generaste exactamente lo mismo, hiciste la misma actividad, nomás que en una traes una pesadez, terminas el día fundido y el otro traes pura energía y realmente es súper importante.

Aparte se contagia lo que queda decir.

Aparte creerte lo que te dices. Si lo que pasa es que si tú te levantas, digo, el decir te levantas con una actitud positiva ya está muy trillado.

Pero es la verdad.

Sí, pero finalmente, o sea, poniéndolo un poquito más moderno, si tú quieres es hablarte bien desde el principio.

Tú no, porque estés loco, sino porque, tú lo que te dices, tu mente se lo cree.

O sea, sabes que no.

Ejemplo, otra vez poniendo el ejemplo que decías tú de las dos películas, cómo cambiaría yo esa parte de del que lo vio todo mal, que al siguiente día que aprendí, que al siguiente día sabes que ahora voy a hacer lo contrario, me voy a levantar contento.

Sabes que ayer no fue mi día, pero hoy la voy a romper. Hoy va a ser un día mucho mejor. Me va a ir mucho mejor en la oficina, me va a ir mucho mejor en todo lo que tengo que hacer con mi pareja, con mis compañeros de trabajo.

Y tú mismo te vas generando eso, te vas alimentando esa realidad y lo vas haciendo porque tú simple y sencillamente lo vemos cuando vas manejando y se te atraviesa alguien y que ya le mentaste la madre al que se te atravesó y ahora resulta que todos se te atraviesan y el día que lo dejas de hacer, ahora resulta que todas las avenidas están para ti solo.

Entonces finalmente es lo que tú te dices o lo que tú te inventas.

Cuentas lo que tú te lo que tú te cuentas. La mente se lo cree.

Si tiene un  autor de un libro o de una corriente que sea el “poder de la atracción”.

Así es. Y es justamente eso, el poder de la atracción.

O sea, tú creas, o sea, tu propia, propia realidad.

Exacto.

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